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Malvinas Islands: Facts and Fictions

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Fact N° 7: United Kingdom’s alleged titles over the Malvinas

The UK was not always sure about the titles of the Malvinas. There are some interesting words expressed by the British Prime Minister, the Duke of Wellington in 1829:

“It is not clear to me that we have ever possessed the sovereignty of all these Islands. The Convention [of 1771] certainly goes no further than to restore to us Port Egmont, which we abandoned nearly sixty years ago. […] I confess that I should doubt
the expediency of now taking possession of them. We have possession of nearly every valuable post and colony in the world, and I confess that I am anxious to avoid exciting the attention and jealousy of other Powers by extending our possessions and setting the example of the gratification of a desire to seize upon new territories. But in this case, in which our right to possess more than Port Egmont is disputed, and at least doubtful, it is
very desirable to avoid such acts.”

Source: Letter from the Duke of Wellington to Sir George Murray (Foreign Office), in WELLESLEY, Arthur Richard, 2nd Duke of Wellington (Ed.), Dispatches, correspondences and memoranda of fi eld marshal Arthur Duke of Wellington, vol. VI, New York, Kraus Reprint Co, 1973, pp. 48-49.

 

 

Hecho N° 10: A pesar de lo que el Reino Unido afirma, el ejercicio de soberanía de Argentina sobre las Malvinas era público. El Times de Londres lo confirmó el 3 de agosto 1821.

Panfletos británicos y un reciente artículo de opinión publicado en un dudoso medio de noticias revelan que la campaña de propaganda del Reino Unido ha llegado a niveles alarmantes: el Reino Unido ahora distorsiona los hechos y los documentos a los cuales el Gobierno británico ha prestado históricamente su aquiescencia.

Después de la Revolución de Mayo de 1810, las Provincias Unidas del Río de la Plata llevaron a cabo actos demostrativos del ejercicio efectivo de la soberanía sobre las Islas Malvinas. Como ejemplo, hay correspondencia de José de San Martín quien, en 1816, solicitó el envío a la capital de las Provincias Unidas de los presos en Patagones y Malvinas.

El acto de posesión de las islas ejercido en 1820 por el Coronel David Jewett en representación de la Argentina, entonces Provincias Unidas del Río de la Plata, es otro ejemplo de importancia primordial. Tanto es así que se convirtió en otro blanco de la propaganda británica en su intento de distorsionar la realidad y la verdad histórica.

A principios de 1820, el Coronel David Jewett, oficial naval nombrado oficialmente por el Gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata fue enviado a tomar posesión de las Malvinas. Balleneros y pescadores de diferentes países participaron en el evento.

Este hecho tuvo amplia repercusión en periódicos internacionales de la época a través de una “Circular” que informó al mundo de la toma oficial de posesión de las islas “en el nombre del Supremo Gobierno de las Provincias Unidas de América del Sur”.

No sólo “The Times” de Londres publicó la circular el 3 de agosto 1821, sino también “El Redactor” de Cádiz, España, y el Salem Gazette. El Reino Unido se mantuvo en silencio y jamás protestó ante este acto soberano.

David_Jewett_-_Redactor_de_Cádiz_-_Agosto_de_1821

El Gobierno argentino adoptó varias medidas en apoyo de su soberanía sobre las islas, incluyendo el nombramiento de gobernadores, la promulgación de legislación pesquera y el otorgamiento de concesiones internacionales. La propaganda británica parece ignorar todos estos hechos.

Así como el hecho de que, en 1825, Gran Bretaña reconoció a la Argentina como Estado soberano e independiente y no hizo ninguna reserva en relación con el ejercicio de la soberanía de la Argentina sobre las Islas Malvinas, que para entonces no sólo era pacífico sino, además, público.

Es sólo ahora que la propaganda británica niega la existencia misma de la “Circular”, publicada en The Times y acusa a Argentina de una maniobra. Cualquier persona sensata interesada puede confirmar la autenticidad de este hecho consultando los archivos de The Times del 3 de agosto 1821, donde encontrará que la Circular sí fue publicada y nunca fue protestada por el Reino Unido.

La “Circular” aparece en el extremo inferior derecho de la hoja en la versión papel (The Times, Londres, viernes 3 de agosto 1821). Si la “Circular” fue posteriormente reproducida fuera de su formato original, ello no disminuye la importancia vital de este hecho ni su autenticidad. Cualquier reclamo en contrario es simplemente falso.

Times-3-august-1821-Falklands

Hecho N°4: Inglaterra nunca poseyó la totalidad del archipiélago

En 1790, con la firma del Tratado de San Lorenzo del Escorial, Gran Bretaña se comprometió a no establecer ningún establecimiento en el Este o las costas occidentales de América del Sur o en las islas adyacentes ya ocupadas por España, que fue el caso de las Islas Malvinas.

España nombró a una sucesión de 32 gobernadores, hasta 1811 cuando la guarnición en Puerto Soledad fue requerida desde Montevideo para defender la monarquía en el comienzo de la Guerra de la Independencia.

El primer gobierno autónomo de las Provincias Unidas del Río de la Plata se refirió a las Islas Malvinas en varios actos administrativos. Malvinas era parte integrante de su territorio, heredado de España por sucesión de Estados en el marco del uti possidetis juris.

El oficial Jewett tomó posesión de las Islas Malvinas en nombre de los Provincias Unidas del Río de la Plata en un acto público en Puerto Soledad, al cual asistieron loberos y balleneros de distintas nacionalidades. No hubo comentario oficial de Gran Bretaña, ante la posesión pública, efectiva y pacífica por parte de Argentina. El hecho fue publicado en The Times de Londres.
En 1829, el duque de Wellington declaró: “He leído detenidamente los documentos adjuntos sobre las Islas Malvinas. No está claro para mí que hemos poseído alguna vez la soberanía de todas las islas. La Convención sin duda no va más allá de restaurar para Puerto Egmont, que abandonamos hace casi sesenta años”.

En realidad, Gran Bretaña no poseía la totalidad del archipiélago.

Funcionarios de la Argentina nunca tuvieron duda alguna de que las islas pertenecen a Argentina, contrario a lo que la propaganda británica quiere hacer creer al público. Durante el siglo XIX los mapas de Argentina reflejan la soberanía de Argentina sobre las islas. Entre otros, el mapa de 1882 confeccionado por Latzina representa las islas como “Islas Malvinas” y parte así de Argentina.
Las islas figuran en el mismo color beige pálido usado para Buenos Aires (el mapa representa las diferentes oportunidades para los inmigrantes; regiones aptas para la agricultura en todo el territorio argentino con diferentes tonos de color). En 1886, el Instituto Geográfico de Argentina publicó un mapa da cuenta que el Gobierno de Tierra del Fuego incluía Malvinas.

En 1918, las islas se presentan como “Islas Malvinas” y por lo tanto parte de Argentina en un mapa publicado por el Ministerio de Agricultura que presenta todo el territorio argentino en diferentes tonos y colores según el grado de desarrollo de la agricultura y la disponibilidad de las redes de ferrocarril.

Hecho N°1: La Flota Real invadió Argentina

En 1520, las Islas Malvinas fueron descubiertas por la expedición de Magallanes. Toda la parte sur de las Américas, su litoral, sus mares e islas permanecieron bajo soberanía española en virtud de varios tratados firmados durante el período histórico, tales como el Tratado Americano de 1670 entre España e Inglaterra.

En 1764, Francia estableció el asentamiento de Port Louis en Isla Soledad. España protestó y Francia se retiró en 1767, en un reconocimiento de mejor título de España. Inglaterra ya había reconocido la soberanía de España sobre las Islas Malvinas cuando desistió de llevar a cabo una expedición en 1749 a raíz de las demandas de España.

En 1820, las Provincias Unidas del Río de la Plata enviaron al Coronel David Jewett a tomar posesión de las islas, tal como se reflejó en los periódicos internacionales de la época. El gobierno argentino llevo a cabo varios actos soberanos sobre las Islas, al designar gobernadores, sancionar la legislación en materia de pesca y otorgar concesiones. En 1825, Gran Bretaña reconoció a la Argentina como Estado soberano, y no hizo reservas de ningún tipo sobre el ejercicio de la soberanía de la Argentina sobre las Islas Malvinas, que ya era pública y pacífica.

El 3 de enero de 1833, la corbeta Clio de la Armada Real británica invadió las Malvinas en nombre de la Corona, y se apoderó por la fuerza de Puerto Soledad. El 15 de enero- es decir 12 días después de la invasión-, el Gobierno argentino protestó ante el Encargado de Negocios de la Corona Británica en Buenos Aires, quien respondió que carecía de instrucciones.

El 24 de abril de 1833, el Representante argentino en Londres presentó una nota de protesta al Gobierno de Su Majestad, que reiteró el 17 de junio, en un memorando largo y documentado.

Desde entonces, Argentina ha reiterado sus protestas contra el acto de la fuerza y la ocupación ilegal de parte integrante de su territorio.

Hechos y mentiras británicas: La lucha argentina en las Naciones Unidas

En septiembre de 1964, José María Ruda, Representante Permanente de Argentina ante las Naciones Unidas se dirigió al III Subcomité de la ONU sobre la Cuestión de las Islas Malvinas. Su intervención fue conocida más tarde como el Alegato Ruda.

El Alegato Ruda condujo a la adopción de la Resolución 2065 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que confirmó los argumentos argentinos de que las Islas Malvinas pertenecen a la República Argentina y que son objeto de la ocupación británica. Al mismo tiempo, reconoció que existe una disputa de soberanía entre los dos estados- Reino Unido y Argentina- sobre las Islas.

El discurso de 8000 palabras pronunciado por Ruda fue celebrado por la comunidad internacional, que respaldó la posición argentina. El Embajador Ruda hizo un relato detallado de los hechos históricos posteriores y anteriores a la ocupación de parte del territorio argentino y reveló que la posición británica se basa únicamente en la fuerza y en un plan de colonización sistemática que procura presentar hoy como relativa a un “derecho” que el Reino Unido sólo se describe como un “principio”: el de la autodeterminación de los pueblos sometidos a dominación colonial.

Fato Nº6: O Reino Unido incrementou a retórica sobre questões relacionadas com as Malvinas

Bem como os cinco principais fatos que você acabou de ler, nos últimos anos, o Reino Unido incrementou a retórica sobre outras questões relacionadas com as Ilhas Malvinas.

O Intercept revelou como Reino Unido tem espionado funcionários do Governo argentino e como ele tem decidido levar a cabo acões para tentar moldar a opinião pública na América Latina, através da criação de instituições, programas e planos financiados pelo Governo do Reino Unido usando as redes sociais.

Além disso, o governo tem autorizado atividades ilegales de exploração e exploração de hidrocarbonetos e tem concedido um número notável de licenças para a pesca.

Por último, o Reino Unido tem aumentado drasticamente a presença militar no Atlântico Sur sob uma presunta “amenaça” de Argentina que não existe.

As conseqüências dos atos unilaterais britânicos não estão limitadas ao presente, sempre que terão impacto nas gerações futuras.

A recuperação pacífica das Ilhas Malvinas, as Georgias do Sul, as Sandwich do Sul e as áreas marítimas circundantes é um objetivo permanente e inalienável do povo argentino.

Fato N°5: Nem as Nacões Unidas nem qualquer outra organizacão internacional tem reconhecido o referendo ilegal

As Ilhas Malvinas estão numa situação diferente daquila do caso colonial clássico. De facto e de jure, as ilhas pertenciam à República Argentina em 1833 e eram governadas por autoridades argentinas e habitadas por colonos argentinos. Estas autoridades foram expulsos pela violência e não autorizados a permanecer no território. A maioria deles tinham sido forçados a sair após o ataque de 1832. Ao contrário, eles foram substituídos, durante aqueles anos de usurpação, por uma administração colonial e uma população de origem britânica.

Assim, não há “um povo sujeito à subjugação, dominação e exploração estrangeira”, conforme exigido pela Resolução 1514 (XV) da AGNU. Ao contrario, há uma população temporária composta por colonos britânicos que ocupam a terra. Situação que não pode ser usada pelo poder colonial, para reivindicar o direito de aplicar o princípio da autodeterminação. O princípio básico da auto-determinação não deve ser utilizado para transformar uma posse ilegal em soberania plena aproveitando o manto de proteção que seria dado pelas Nações Unidas. Permitir que os colonos britânicos nas Ilhas decidam sobre uma disputa de soberania na qual o seus país faz parte, sería distorcer o noble espírito da auto-determinação dos povos que sofrem ciertamente colonialismo.

Os habitantes das ilhas são súbditos britânicos que ficaram nas ilhas sob a proteção de uma política migratória rigorosa que tem discriminado sistemáticamente contra os argentinos continentais. O ato unilateral que só o Reino Unido descreve como um “referendo” e foi realizado para preguntar ós habitantes do Reino Unido nas Ilhas Malvinas sobre questões que em realidade encobrem o verdadeiro estatuto jurídico das ilhas.

O resultado previsível do “referendo” confirmou que os sujeitos em questão são britânicos. Assim, não modifico a natureza colonial do problema e não pode dar fim à disputa. Contrariamente ao que afirma  o Reino Unido, não houve “observadores internacionais”, mas oito indivíduos que a título exclusivamente agirem pessoal. Nem a ONU nem qualquer outra organização internacional reconheceu esse ato ilegal. As Nações Unidas e vários organismos internacionais tem continuado chamando tanto à Argentina como ao Reino Unido para resolver a disputa em cumprimento às resoluções da ONU.

Organizações regionais, como o Mercosul, Unasul e Alba rejeitam o “referendo” e reiteram seu apoio aos legítimos direitos da Argentina na disputa de soberania.

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